Los recientes vaivenes del mercado cambiario y la creciente brecha de más del 50% entre el tipo de cambio oficial y el paralelo han reactivado el uso del dólar tarjeta, una cotización que se aplica a los consumos realizados en el exterior y liquidados en el país con tarjetas de crédito. Este resurgimiento vuelve a ser una opción atractiva para los viajeros, generando un nuevo desafío para el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Aumento de la brecha cambiaria
Al cierre de la jornada financiera del miércoles, el valor del dólar tarjeta se situaba en $1.493, apenas un 6% por encima del dólar blue, que cerró en $1.405. En los días previos, la diferencia entre ambos tipos de cambio era mínima, rondando los 60 pesos, lo que ha incentivado a los viajeros a reconsiderar la forma de liquidar sus consumos en dólares.
Impacto macroeconómico
Para las autoridades económicas, la cuestión va más allá de una simple conveniencia para los viajeros. Mientras que gastar dólares en efectivo desde el bolsillo personal no afecta directamente las reservas del BCRA, pagar en pesos con tarjeta de crédito implica que la entidad emisora de la tarjeta demande dólares al Banco Central para cancelar la deuda con el exterior. Esta situación atenta contra el objetivo del BCRA de acumular reservas.
Dólar tarjeta y sus recargos
El dólar tarjeta es una de las múltiples categorías implementadas durante el gobierno de Alberto Fernández para reducir la demanda de dólares. Este tipo de cambio incluye el impuesto PAIS (30%) y una percepción adicional a cuenta de Ganancias (otro 30%), lo que lo hace considerablemente más alto que la cotización oficial.
En noviembre del año pasado, el Banco Central registró una salida de U$S 975 millones por consumos en el exterior, encuadrados en el rubro “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta”. Con la devaluación posterior a la asunción de Javier Milei, el esquema de recargos se simplificó y la salida de dólares por este concepto disminuyó a U$S 195 millones en enero de 2024. Sin embargo, la cifra aumentó nuevamente a U$S 547 millones en mayo.
Opiniones de expertos
El economista Miguel Kiguel, de la consultora Econviews, advirtió sobre el resurgimiento de este problema. “El dólar turista estaba tan alto que nadie compraba dólares para viajar. Con la suba de la brecha y tomando las percepciones, hoy de nuevo es más barato comprar dólar turista que pagar con dólar MEP. Vuelve a abrirse esa canilla”, sostuvo Kiguel, destacando el impacto negativo que esto puede tener en las reservas del Banco Central.
La nueva brecha cambiaria no solo reaviva el atractivo del dólar tarjeta para los viajeros, sino que también plantea un desafío significativo para el Banco Central en su intento de mantener y acumular reservas. A medida que la economía se ajusta a los cambios recientes, será crucial monitorear y gestionar estos flujos para evitar un impacto mayor en la estabilidad financiera del país.