El sector de kioscos atraviesa una crisis sin precedentes. Según datos de la consultora Scentia, las ventas en supermercados y comercios de proximidad registraron una caída del 18,7% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior. La situación se agravó durante la segunda semana del mes, cuando la baja alcanzó un récord del 27,6%. Este duro panorama impacta especialmente a los kioscos, cuyo volumen de ventas ha disminuido considerablemente, poniendo en riesgo la viabilidad de muchos negocios.
Claudio Páez, dueño de un kiosco en el barrio porteño de Almagro, describió la situación como alarmante: “La caída de ventas en agosto fue estrepitosa. Yo la calculo en más del 20%. Solo se venden ofertas y promociones”. Este fenómeno no es exclusivo de Buenos Aires. Néstor Palacios, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), comentó que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) las ventas también se desplomaron, pero el impacto es aún más fuerte en otras partes del país.
Palacios, quien también es propietario de un kiosco en Esteban Echeverría, informó que en provincias como Chaco, Corrientes y Jujuy la caída de ventas ronda entre el 30% y el 35%. En el sur del país, provincias como Río Negro y Santa Cruz experimentan bajas de hasta el 40%. “Esto es un golpe durísimo para los kiosqueros en todo el país. Las ventas no repuntan y encima las tarifas de servicios, como la electricidad, están aumentando. Esto va a generar que muchos kioscos tengan que cerrar”, agregó Palacios.
Adaptaciones ante la crisis
Para paliar la situación, los kiosqueros han tenido que buscar estrategias creativas. Las promociones y alianzas con pequeñas y medianas empresas (pymes) se han convertido en una herramienta clave para mantenerse a flote. Páez mencionó que la inflación en agosto, que fue de poco más del 4%, no refleja del todo el impacto en los precios de ciertos productos: “Hubo empresas de primeras marcas que aumentaron sus productos hasta un 16%, lo que ha llevado a los consumidores a optar por segundas y terceras marcas”.
Un futuro incierto
La crisis que atraviesan los kiosqueros no solo está ligada a la caída del consumo, sino también al aumento de costos operativos y las tarifas de servicios. La combinación de estos factores ha puesto a muchos en una situación límite. Según Palacios, sin una mejora en el consumo o medidas que alivien la presión económica sobre los pequeños comercios, se espera que varios kioscos a nivel nacional deban cerrar sus puertas en los próximos meses.