“O bloqueamos el virus o nos bloqueará, porque nos están avisando de que el sistema no aguanta e incluso las regiones ahora amarillas pronto se encontrarán en las mismas condiciones que las zonas más afectadas”, advirtió Filippo Anelli, presidente de ese organismo, quien solicitó el inmediato “cierre total” de Italia.
Anelli agregó que, si se proyectan las cifras de los últimos días “sin mayores incrementos”, la situación “en un mes será dramática”, ya que habría otras “10.000 muertes”, según publicó el sitio RT en español.
Estas declaraciones ratifican las palabras que ya expresó el asesor del Ministerio de Sanidad italiano para la emergencia, Walter Ricciardi, quien pidió “intervenciones absolutamente rápidas” para evitar “una tragedia nacional”.
Tras sufrir varios récords de contagios diarios, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, estableció la semana pasada restricciones que afectaban principalmente a las regiones de Lombardía, Piamonte, Calabria y el Valle de Aosta, que fueron calificadas como zonas rojas.
En tanto, el Gobierno italiano decidió catalogar como “zona naranja” y prohibir desplazamientos internos y restringir la actividad comercial en otras cinco regiones del país para buscar frenar la difusión del coronavirus.
El Ministerio de Salud decidió que las regiones de Véneto, Liguria, Emilia-Romaña, Toscana y Umbria pasen desde mañana de “zona amarilla” a “zona naranja”, informó el gobernador de Abruzzo Marco Marsilio en declaraciones a la cadena pública RAI.
Así, las cinco regiones se suman a la isla de Sicilia y a la sureña Apulia en la segunda calificación de riesgo, que ya engloba a más de un tercio de la población del país.
Las regiones en “zona naranja” tienen, además, prohibidos los desplazamientos entre ellas, según el último decreto del Gobierno del primer ministro Giuseppe Conte.
Además, se dispuso el toque de queda nocturno, entre las 22 y las 5, para todo el territorio italiano y la obligación de clases a distancia para la educación media y superior.
Las regiones de Lombardía, Calabria, Valle de Aosta y Piamonte ya fueron catalogadas como “zona roja”, lo que significa el cierre de sus fronteras y la suspensión de las actividades de restauración, entre otras medidas.