En agosto pasado, Navalny se descompensó en un avión cuando regresaba a Moscú desde una ciudad siberiana y acusó a las autoridades rusas de haberlo envenenado, algo que las autoridades rusas niegan y de lo cual, destacan, ni siquiera hay pruebas.
“El Servicio Penitenciario Federal de Rusia en Moscú se ve obligado a tomar todas las acciones para arrestar al infractor Alexey Navalny antes de que se emita una decisión judicial para reemplazar la sentencia suspendida por una real”, anunció el organismo en un comunicado.
De esta manera, hizo referencia a las “flagrantes violaciones” del régimen de detención condicional por parte de Navalny y remarcó que durante 2020 el opositor “violó sistemática y repetidamente las condiciones del período de prueba”.
“En particular, al menos seis veces no se presentó para los controles”, dijo el servicio penitenciario en la nota.
El organismo destacó que en cada una de esos casos el opositor fue advertido sobre “la posibilidad de anular la sentencia condicional y sustituirla por una real” y agregó que entre agosto y diciembre, cuando estuvo hospitalizado en Alemania, Nalvany “no compareció”.
En este sentido, señaló que tiene en cuenta la situación de Navalny, pero destacó que una vez que recibió el alta, en septiembre, siguió sin acudir a los controles y añadió que un proceso de rehabilitación no es un motivo justificado para no hacerlo, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Navalny anunció ayer que volverá a Rusia el próximo domingo, 17 de enero, casi cinco meses después de ser llevado de urgencia a Alemania por el supuesto envenenamiento, del que responsabiliza en última instancia al presidente ruso, Vladimir Putin.
Navalny confirmó su retorno a través de las redes sociales y alegó que nunca tuvo duda sobre “regresar o no” a su país.
Recordó que el 22 de agosto llegó inconsciente a Alemania, donde permaneció ingresado en coma en un hospital de Berlín y agregó que es “consciente” de los riesgos a los que se expone.
“Intentaron matarme”, subrayó el líder opositor, antes de apuntar nuevamente a Putin como quien “dio la orden”.
Los expertos alemanes que lo trataron concluyeron que fue envenenado con un agente nervioso de tipo Novichok, mientras que las autoridades rusas se desvincularon de este envenenamiento y criticaron tanto al entorno de Navalny como a los países que se sumaron a la tesis de Alemania.