En el pintoresco paisaje de la Quebrada de Humahuaca, al norte de Argentina, avanza sigilosamente el primer ferrocarril solar de América Latina, una innovadora creación fabricada en la ciudad china de Tangshan.
Este tren, que comenzó sus pruebas hace algunos meses, está listo para entrar en funcionamiento en breve. Equipado con seis baterías de litio en la parte superior de cada vagón, tiene una autonomía de hasta 120 kilómetros. Estas baterías están conectadas a un cargador alimentado en las estaciones terminales, en parte, por energía solar proveniente de parques solares en la provincia.
Emiliano Rodríguez, gerente de operaciones del Tren de la Quebrada, lo describe como un “tren solar”, destacando su innovadora fuente de energía y su contribución a la sostenibilidad ambiental.
El techo de vidrio y los amplios ventanales de los vagones ofrecen a los pasajeros una vista panorámica del paisaje árido del altiplano de Jujuy, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Con capacidad para 70 personas, este ferrocarril no solo ofrece un medio de transporte eficiente, sino también una experiencia turística única en armonía con la naturaleza.
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