El hospital Ibn Jazzar de la región central de Kairuán, que está confinada, informó que registra tal afluencia de pacientes que “algunos de ellos mueren sin que el personal se de cuenta”, lamentó la enfermera Imen Fteiti, quien precisó que los cadáveres permanecen hasta 24 horas en las habitaciones por falta de personal para llevarlos a una morgue, ya llena.
Por su parte, Mohamed Misaroui, un habitante de Kairuán, tuvo que dejar a su esposa al cuidado de su madre en el hospital “porque no es autónoma y no hay enfermeras”.
La cifra de muertos en Túnez es la más alta desde el inicio de la pandemia, con más de 15.000 en una población de 12 millones de habitantes mientras que el total de contagios es mayor a 445.000.
El 92% de las camas de terapia intensiva en los hospitales de campaña están ocupadas mientras que las de los hospitales de la capital están llenas.
“Faltan aparatos de oxígeno y hemos llegado a un punto en el que no sabemos a quién atender primero”, lamentó Imen Fteiti, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.
Frente a este desborde, las autoridades confinaron seis provincias en las que la tasa de propagación del virus es especialmente elevada, entre ellas Kairuán.
Según la Administración Regional de Salud de Kairuán, el consumo diario de oxígeno alcanzó un nivel de 5.500 litros al día, frente a los 400-500 que se registraban antes del inicio del nuevo pico hace dos semanas.
En esta región marginada, los establecimientos de salud, tanto públicos como privados, sólo tienen con 45 camas de terapia intensiva y 250 aparatos de oxígeno.
En el hospital Ibn Jazzar hay tres enfermeros para 35 personas afectadas por el coronavirus.
“Empiezas temprano en la mañana y no sabes cuándo terminas”, explica a AFP Imen Fteiti, quien arranca su día esquivando a sus compañeros dormidos en los pasillos al no haber encontrado cama donde descansar.
El número diario de decesos por coronavirus en Kairuán, donde las calles están casi desiertas -con los mercados y los comercios cerrados-, llegó a 20, entre ellos niños.
“La situación es muy delicada, y las camas de terapia intensiva están saturadas”, reconoció el director regional de la salud, Mohamed Rouiss.
Tanto en Túnez, la capital, como en las regiones desfavorecidas de Beja o Jendouba, en el noroeste del país, los hospitales también tienen dificultades para hacer frente a la afluencia de enfermos, según los videos difundidos por los medios de comunicación locales y las redes sociales.
Para Slah Soui, médico reanimador en Aghlabides, el segundo hospital más grande de Kairuán, la situación sanitaria desastrosa se explica por “la imprudencia y el incumplimiento de las reglas de distanciamiento físico” pero también por “un nivel demasiado bajo de vacunas”.
En todo el país, 575.000 personas han recibido dos dosis, es decir sólo 4% de la población.
Según el último reporte del Ministerio de Salud, el domingo el país sumó 105 muertos y 3.530 nuevos contagios, lo que elevó el total desde el inicio de la pandemia a 15.482 y 447.161, respectivamente, informó la agencia de noticias nacional TAP.