El Ministerio de Salud informó también anoche de 1.547 nuevos casos de coronavirus en las 24 horas previas, con lo que el país acumula ya más de 235.292, así como 4.827 fallecidos por el virus.
La cartera sanitaria del país de siete millones de habitantes dio cuenta además de la existencia de 2.819 internados, de los cuales 442 están en terapia intensiva, informó la agencia de noticias AFP.
Los hospitales públicos y privados continúan al tope de su capacidad, con el 100% de las camas de terapia intensiva ocupadas.
Hace dos días, el Gobierno extendió hasta el lunes próximo restricciones que rigen desde la semana pasada, con limitaciones en el horario de circulación (restringida de 0 a 5) y en la venta de alcohol en un intento por frenar el aumento de los casos.
Durante el día pueden circular trabajadores esenciales y no esenciales con el cumplimiento de las medidas sanitarias y también pueden operar sectores gastronómicos y de eventos, pero siguiendo los protocolos establecidos para cada actividad.
En cuanto al desarrollo de clases, se recomienda solo cursos virtuales en aquellos territorios que presenten transmisión comunitaria muy alta.
La actividad física está permitida al aire libre y en grupos de hasta cuatro personas; igual número se mantiene para las prácticas de deportes en locales habilitados por el Ministerio de Salud.
El país es uno de los más atrasados de la región a nivel vacunación, pero además su sistema sanitario es débil y aparece virtualmente colapsado.
El director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), Felipe González, advirtió que se está ante “una situación de mucha angustia e incertidumbre del propio personal de blanco”. “Sinceramente, esto se desbordó y nos esperan semanas peores, incluso”, expresó.
En declaraciones a la radio Monumental, González puso como ejemplo el hecho de que el Instituto tenía antes un sector donde se evaluaba a los pacientes para trasladarlos a un pabellón de acuerdo con sus condiciones, pero ahora ese lugar ya dejó de ser de espera, sino que ya hay ahí enfermos con ventilación, con tubos de oxígeno y en estado crítico.
Mientras, la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay-Sindicato Nacional (OTEP-SN) entregó una nota al ministro de Educación y Ciencias (MEC), Juan Manuel Brunetti, para pedir la suspensión temporal de las clases presenciales.
“La educación no está ajena de la crisis y nos preocupa sobremanera lo que estamos pasando. El sector docente está sumando 112 fallecidos, el pueblo se está muriendo y no hay una respuesta del Gobierno”, señaló el dirigente Juan Argüello, según el sitio del diario Última Hora.
Argüello explicó que el pedido apunta a una suspensión “por un tiempo prudencial”, de modo de poder retornar “más temprano que tarde” y cuestionó que la educación esté manejada por un referente del sector privado. “Se está actuando de acuerdo a lo que dicta el sector privado y no es de esperar otra cosa. La respuesta ya se veía venir”, criticó.