La policía municipal de la capital tucumana, le secuestró el carro a un cartonero que hace lo no hacen muchos, trabajar y separar los elemento que se reciclan para poder venderlos. El municipio ni trata de imitar a lo que hace CABA, de tener separadores urbanos.
Una vecina se interpuso, pero los policías municipales hicieron oídos sordos.
La ciudad está invadida por la inseguridad pero están en lo “importante”.