Con 759.669 nuevos positivos y un récord de 15.769 muertes por Covid-19 en la víspera, el mundo acumulaba hoy más de 86,7 millones de casos y casi 1.875.000 decesos desde el inicio del brote, según el balance actualizado de la Universidad Johns Hopkins.
En Europa, la segunda región más golpeada por el virus después de América, la UE autorizó la vacuna contra la Covid-19 de la farmacéutica estadounidense Moderna, anunció hoy la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“Damos vacunas contra la Covid-19 seguras y eficaces a los europeos. Acabamos de autorizar la vacuna de Moderna, la segunda aprobada en la UE”, tuiteó la Von der Leyen, quien destacó que el bloque obtuvo 2.000 millones de dosis de inmunizantes potenciales, “más que suficientes para protegernos todos”.
Se trata de la segunda vacuna contra el nuevo coronavirus autorizada por la UE después de la de Pfizer-BioNTech, validada el pasado 21 de diciembre.
La autorización del inmunizante de Moderna llega en medio de críticas sobre la lentitud de la campaña de vacunación en los países del bloque europeo, alejada del ritmo de Estados Unidos, Reino Unido e Israel.
El propio director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, responsabilizó a la burocracia europea por la distribución “con cuentagotas” de sus inoculantes en los países de la UE, que había comprado 80 millones de dosis y acaba de encargar otras 80 millones más al laboratorio estadounidense.
“La ecuación industrial no va con la lentitud de la administración europea”, dijo en una entrevista con el semanario francés L’Express.
“Si Europa quiere más vacunas para el final de 2021, tendría que encargarlas ahora. La anticipación es crucial y, actualmente, Europa carece de ella”, sentenció.
La escasez de inmunizantes contra la Covid-19 genera angustia en Francia, donde dirigentes regionales pidieron hoy al Gobierno no impedir que los territorios “puedan comprar vacunas y ponerlas a la disposición de sus redes para completar los dispositivos nacionales”, tras el “inicio caótico” de la campaña de vacunación en el país.
“Este arranque es lamentable, pero no es demasiado tarde para levantar cabeza”, dijo Renaud Muselier, presidente de Regiones de Francia, la institución que representa a las territorios franceses, en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
Unas 7.000 personas recibieron la vacuna contra el coronavirus en Francia desde el 27 de diciembre, en comparación con las más de 316.000 personas que fueron vacunadas en Alemania en el mismo plazo.
No obstante, el Ejecutivo alemán tampoco se ha librado de la críticas contra una campaña de inmunización considerada muy lenta y, según un sondeo de la consultora Civey, 44% de los alemanes no estaría convencidos de la estrategia en materia de vacunas, frente a 40% de personas que sí.
El diario Bild, el más leído del país, encabeza una campaña contra el Gobierno, al que acusa de “contar demasiado con la Unión Europea (UE)” para obtener las vacunas y privilegiar a un solo producto, el de Pfizer-BioNTech, en detrimento de la vacuna Moderna.
Ante las críticas, el ministro de Salud Jens Spahn pidió hoy “paciencia” a la población y admitió que “la vacuna es un bien escaso a nivel mundial”, reportó la cadena CNN.
En los Países Bajos, la campaña de inmunización fue lanzada hoy, diez días después que en el resto de los países miembros de la UE.
Más allá del retraso, el ministro de Salud neerlandés, Hugo de Jonge, consideró que “es un momento increíble” y felicitó a los trabajadores del sector farmacéutico.
Mientras la vacunación avanza en el bloque, 13 Estados miembro hicieron un llamado a la Comisión Europea para que no se olvide de los países de la Asociación Oriental -que engloba a Ucrania, Georgia, Bielorrusia, Armenia, Azerbaiyán y Moldavia- a la hora de distribuir las vacunas contra el coronavirus.
“Consideramos que nuestras fronteras no estarán seguras si no extendemos nuestro apoyo a nuestros vecinos más inmediatos. Nuestros socios orientales expresaron en numerosas ocasiones su aprecio por la asistencia especial de la UE por la Covid-19 y pidieron que se facilite el acceso a la vacuna”, señalaron en una carta remitida a Bruselas.
En América Latina, donde los casos se han disparado desde mediados de diciembre, varios países intentaban afianzar su estrategia de vacunación ante el temor de un rebrote de la primera ola.
Colombia otorgó hoy una autorización de emergencia para la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech, mientras que Bolivia avaló el empleo de la vacuna Sinovac, procedente de China, y la Sputnik V, desarrollada en Rusia, cuyas primeras 6.000 dosis llegarán este domingo a Santa Cruz.
En Uruguay, la Sputnik V podría llegar en marzo al país, siempre y cuando el Gobierno las autorice y pase la fase tres, y el primer lote sería de 75.000 dosis, dijo hoy el presidente del prestador de salud local Casmu, Raúl Rodríguez.
En tanto, en Perú, el Gobierno aún no logró firmar un acuerdo para la adquisición de vacunas de Pfizer por desacuerdos en relación a su costo y a las condiciones de la farmacéutica estadounidense, dijo la ministra de Salud, en medio de un aumento de casos en la capital, Lima.
En China, cuna de la enfermedad que había logrado en gran medida controlar el brote, las autoridades decidieron hoy restringir la movilidad en una ciudad de 11 millones de habitantes de la norteña provincia de Hebei en un intento de erradicar un rebrote, al tiempo que en otra provincia se detectó la nueva variante del virus hallada en Sudáfrica.