Con un tono enérgico y sin reservas, Zamora destacó la necesidad de un cambio de enfoque por parte del gobierno, desafiando las percepciones preconcebidas sobre la situación económica y política de las provincias. Desde cuestionar el diagnóstico sobre el supuesto déficit de las provincias hasta instar a una mayor acción gubernamental en lugar de la mera retórica, sus palabras resonaron con una sinceridad que pocos se atreven a expresar.
“Ustedes están equivocados en el diagnóstico de las provincias”, afirmó Zamora, refutando la noción de déficit y destacando los superávits y ahorros provinciales. Además, criticó la falta de acción gubernamental efectiva, señalando la parálisis burocrática y la falta de designación de funcionarios clave.
Sin embargo, su advertencia más contundente fue dirigida al presidente Alberto Fernández y su alto índice de popularidad, recordando que la popularidad efímera no garantiza un apoyo sostenido. En un recordatorio a la volatilidad de la política, Zamora instó a la prudencia y a no dejarse llevar por ilusiones pasajeras.
La intervención de Zamora no solo despertó la atención de los presentes en la reunión, sino que también generó reacciones fuera del recinto. Sus palabras encontraron eco en otros líderes provinciales, quienes aprovecharon la oportunidad para plantear sus propias demandas y preocupaciones, desde obras paralizadas hasta transferencias de competencias.
En un ambiente político marcado por tensiones y desafíos, la intervención de Zamora destacó como un recordatorio necesario de las realidades subyacentes que a menudo se pasan por alto en el discurso político convencional. Su llamado a la acción y su advertencia contra la complacencia podrían marcar un punto de inflexión en el diálogo entre el gobierno central y las provincias, instando a una mayor responsabilidad y compromiso con el bienestar de todos los argentinos.