Investigadores japoneses han alcanzado un hito significativo en la producción de seda de araña artificial con la creación de un dispositivo innovador que imita la compleja arquitectura molecular de esta fibra naturalmente resistente y flexible. Este logro, detallado en un estudio publicado en la revista Nature Communications, promete transformar no solo la industria textil, sino también la biomédica.
La seda de araña, conocida por su fuerza comparable al acero y su biocompatibilidad, ha sido durante mucho tiempo un material deseado en diversas aplicaciones, desde textiles hasta dispositivos médicos. Sin embargo, la recolección a gran escala de seda de araña ha sido impracticable, lo que ha llevado a los científicos a buscar métodos de producción alternativos.
El equipo de investigadores del Centro RIKEN para la Ciencia de Recursos Sostenibles en Japón ha desarrollado un dispositivo que replica el proceso natural de hilado de seda de araña utilizando microfluidos. Este enfoque biomimético permite la manipulación precisa de pequeñas cantidades de fluidos a través de canales estrechos, imitando el funcionamiento de la glándula de seda de una araña.
La solución precursora de espidroína, la proteína clave en la producción de seda de araña, se introduce en el dispositivo y se somete a cambios químicos y físicos precisos a medida que fluye a través de los canales de microfluidos. Estos cambios conducen al autoensamblaje de las proteínas en fibras de seda con la característica estructura molecular deseada.
El estudio ha revelado que la utilización de presión negativa para extraer la solución de espidroína es fundamental para el proceso, ya que permite la formación de fibras continuas con la alineación correcta de las láminas beta, esenciales para las propiedades mecánicas únicas de la seda de araña.
Este avance tecnológico no solo tiene el potencial de revolucionar la industria textil, al reducir el impacto ambiental de la fabricación textil convencional, sino que también abre nuevas puertas en el campo de la medicina. La seda de araña artificial producida de esta manera podría ser utilizada en aplicaciones biomédicas como suturas y ligamentos artificiales, aprovechando su biodegradabilidad y biocompatibilidad para mejorar los tratamientos médicos y la recuperación de los pacientes.