La reconocida actriz y conductora Mirtha Legrand ha manifestado su preocupación por las posibles represalias que podría sufrir al expresar opiniones contrarias al Gobierno actual. Estas declaraciones surgen tras sus comentarios sobre la venta del cine Gaumont y la importancia de preservar la cultura argentina.
En una conversación con el actor Diego Pérez, Legrand compartió su inquietud, señalando que el temor a ser objeto de ataques y represalias le impide expresarse libremente. “No quiero estar en contra de este gobierno porque toma represalias y es muy desagradable”, afirmó la conductora.
Sus palabras fueron precedidas por una serie de críticas en redes sociales luego de expresar su apoyo a la permanencia del cine Gaumont. Tras sus declaraciones, se desató un debate en línea, con sugerencias irónicas de que Legrand compre el cine, incluso proponiendo que la sala INCAA lleve su nombre.
El politólogo Julio Burdman sugirió en redes sociales que el cine Gaumont pase a llamarse “cine Gaumont-Legrand”, una propuesta que fue repostada por el Presidente, Javier Milei, generando un amplio espectro de opiniones entre los usuarios. Si bien algunos consideraron la idea como positiva, otros enfatizaron la responsabilidad del Estado en la preservación de espacios culturales como el cine Gaumont.
En medio de este debate, Legrand reiteró su preocupación por la posibilidad de represalias, destacando la importancia de la libertad de expresión y el respeto a las opiniones divergentes en una sociedad democrática. Sus palabras resaltan un dilema actual sobre la participación de figuras públicas en la esfera política y el ejercicio de la crítica en un contexto de polarización.