El sector de bebidas enfrenta una seria crisis, con la venta de cerveza registrando cifras incluso peores que en el año 2001. Empresas líderes como Coca Cola, Quilmes y la chilena CCU están experimentando pérdidas de hasta 20 puntos porcentuales en sus ventas mensuales.
El desplome en las ventas no se limita solo a la cerveza, sino que también afecta a otros productos del rubro, incluyendo aguas y gaseosas. Según datos de la misma industria, la demanda de bebidas sin alcohol ha disminuido a un ritmo alarmante, con una caída promedio del 14 al 15 por ciento en el último bimestre.
En particular, las ventas de aguas muestran un descenso cercano al 20%, mientras que las gaseosas también presentan números negativos, aunque en menor medida, con una disminución de alrededor del 9%. Estas tendencias negativas se iniciaron en la temporada previa a las fiestas de fin de año, continuaron durante las vacaciones de verano y se proyectan para los próximos meses.
El contexto de recesión económica, agravado por las políticas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, ha impactado severamente en el consumo masivo, generando una preocupante contracción en el mercado de bebidas. Ante este panorama, el sector enfrenta el desafío de adaptarse a las nuevas condiciones y buscar estrategias para revertir la tendencia negativa en las ventas.