Santiago Cafiero y Martín Guzmán alinearon esta tarde a sindicatos y empresarios con el gobierno nacional en apoyo a la negociación que se abrirá con el Fondo Monetario Internacional para postergar los vencimientos de la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída por Mauricio Macri. “Estamos iniciando conversaciones con el FMI y en ese sentido, cómo cuando iniciamos las negociaciones con los bonistas, les solicitamos a todas las fuerzas vivas, les solicitamos la defensa de los intereses de la Nación, y eso fue muy valioso. Este es el segundo tiempo, el primer tiempo lo ganamos. Nos tiene que volver a encontrar unidos, defendiendo los intereses de los argentinos y las argentinas”, fue el pedido que el jefe de gabinete realizó ante la UIA, la CGT, la CTA, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y movimientos sociales como la CTEP en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada.
El encuentro entre el gabinete económico, gremios y empresarios operó como un mensaje a la misión del FMI que llegará mañana al país para acordar un nuevo programa para refinanciar la deuda con el organismo multilateral cuyos vencimientos operan en los próximos dos años. La delegación estará encabezada por Julie Kozack, directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental del FMI; y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina. Cafiero fue el primer orador en abrir el encuentro de esta tarde en la Rosada y aseguró que “así como se trabajó conjuntamente con el acuerdo con los bonistas, hay que seguir trabajando juntos en la agenda de la producción y el empleo. Lo planteamos desde que arrancamos el gobierno: énfasis en la participación de los sectores productivos, los trabajadores, sectores que se ven atravesados por las políticas públicas para poder ir avanzando, a partir de los acuerdos. Siempre fue central poder convocar al diálogo, a encontrar soluciones colectivas”, explicó el jefe de Ministros ante la mirada atenta de Miguel Acevedo, titular de la UIA y Héctor Daer, jefe de la CGT.
En una declaración que había realizado en julio pasado en la misma causa, Ruiz había apuntado a la cúpula de la AFI, en especial a “la 8” Silvia Majdalani, la ex subdirectora del organismo, a la que hoy ni mencionó.
Alan Ruiz ingresó a la AFI en mayo de 2018, donde estuvo hasta diciembre de 2019. “Jamás brindé ni recibí instrucciones de llevar a cabo tareas de inteligencia y/ o espionaje” en infracción a la ley, dice parte del escrito en el que hoy se desvinculó de los hechos.
Negó haber obtenido información, producir inteligencia y almacenar datos sobre políticos, religiosos, ni asociaciones.
En su indagatoria, siempre por escrito, se quejó porque no estaban dada las garantías constitucionales para poder prestar declaración libremente en relación a legajos de las supuestas víctimas, al argumentar no haber accedido a la totalidad de los mismos.
Explicó que esos legajos fueron formados a partir de información almacenada en teléfonos de otros imputados. “Las extracciones de diálogos y/ o copias de chats que se atribuyen a mi persona, las desconozco por completo. Nada de ello fue extraído de mi teléfono celular, por lo cual no puedo corroborar que efectivamente haya participado de los diálogos en cuestión, mucho menos de copias de pantalla de supuestas conversaciones que habría mantenido vía whatsap”, declaró por escrito Ruiz.
En su declaración de julio había dicho que fue Majdalani la que ordenó la instalación del sistema de vigilancia en el penal Melchor Romero y que trabajaron en conjunto con el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, entonces a cargo de Gustavo Ferrari.
Ruiz es uno de los acusados clave del caso de espionaje ilegal, sindicado como el que manejaba el grupo de espías Super Mario Bros. Ya está procesado por el espionaje a Cristina Kirchner. En su momento admitió haber ido a los penales de Melchor Romero y Ezeiza, donde se habría hecho espionaje ilegal a detenidos del kirchnerismo.
En el penal de Melchor Romero, que depende del SPB, supuestamente iban a quedar detenidos Hugo y su hijo Pablo Moyano. Allí, según Ruiz se instalaron equipos de videos vigilancias “en un sector que estaba completamente vacío”.
Ruiz relató en su primera indagatoria la relación que tenía con “la 8”, a quien le enviaba directamente los informes. Ante una pregunta de la fiscalía sobre los requerimientos que le efectuaba Majdalani, Ruiz manifestó que “ella no esperaba los informes producidos, quería los adelantos de lo que se estaba produciendo”.
Respecto del espionaje en Melchor Romero, la orden e Majdalani fue “verbal”, tras lo cual aclaró que las compras de los equipos las hizo contrainteligencia para lo cual se hizo un informe de todo el trabajo realizado.
“Fue la subdirección la que le dió la orden de colaborar con el penal de Melchor Romero”. La orden la dio directamente Majdalani, respondió Ruiz.
Sobre el penal de Ezeiza reconoció haber ido y haber hecho un recorrido con Cristian Suriano, ex director de inteligencia en el Servicio Penitenciario Federal, aunque negó tener conocimiento de que se hubiera hecho espionaje ilegal allí.
Recordó que Suriano los llevó a visitar el penal de Ezeiza junto a los ex agentes Martin Terra, Dominique Lasaigues y Mercedes Funes.
Unos días antes de visitar el penal, hubo reuniones entre los Directores de la Agencia con el Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Emiliano Blanco, de la cual el no participo y a partir de la primer reunión, se generó una segunda reunión en el edificio central, entre Cristian Suriano y él, donde la subdirección les planteo que vean las problemáticas en contexto de encierro.
Reconoció en el penal de Melchor Romero se instalaron equipos de videos vigilancias en un sector, que cree que es una alcaldía, que estaba completamente vacío y que les habían pedido colaboración para asegurarlo, a partir de la posibilidad del traslado de la banda de “Los Monos”, durante el juicio.