Las personas más cercanas a Javier Milei interpretaban este lunes que los ministros de su gabinete y los legisladores de su bloque en el Congreso “le soltaron la mano” en medio del escándalo de la criptomoneda Libra. “Los diputados son unos garcas, no lo defienden, no aceptan notas, ni siquiera hablan en el grupito de WhatsApp”, se quejó un viejo amigo del Presidente.
La Casa Rosada esperaba mayor respaldo de su equipo, pero la respuesta fue el silencio. Manuel Adorni, vocero presidencial y pieza clave en la relación entre los creadores de Libra y Milei, evitó su habitual conferencia de prensa. Desde que estalló la polémica, solo retuiteó un mensaje del Presidente, quien a su vez disminuyó su actividad en redes sociales.
En la Cámara de Diputados, el oficialismo se mantiene distante. “Nadie quiere hablar de motu propio y, cuando digo ‘nadie’, es nadie”, señalaron fuentes libertarias. Las únicas excepciones fueron las diputadas Marcela Pagano, quien intentó desligar el mensaje de Milei de sus facultades como Presidente, y Lilia Lemoine, una de las pocas con licencia para expresarse sin restricciones.
El enojo en la bancada libertaria apunta a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y principal estratega del mandatario. “Era cuestión de tiempo que la hermanísima cayera por angurrienta”, comentaron en el bloque. Sin embargo, reconocen que Milei no se despegará de su hermana, su protectora tanto en la vida privada como en la gestión.
Dentro del Gobierno, algunos ministros también optaron por el silencio. “Nadie habla, pero tampoco hay casi ninguno bancando”, admitió un legislador oficialista. Mientras tanto, un dirigente clave en la campaña de Milei lanzó una dura predicción: “Solo lo pueden bancar los que están por el carguito. Ni los diputados ni los senadores propios se lo fuman, ni los ministros tampoco. No lo aguantan más”.
Con un gabinete desmovilizado y sin apoyo de su propio espacio en el Congreso, el Presidente enfrenta su primera gran crisis política sin aliados que lo defiendan públicamente.