Para ello, el dispositivo hace un encefalograma para medir la actividad cerebral y cuenta con una aplicación para el móvil desde la que se accede a entrenamientos cerebrales.
El casco mide la actividad del cerebro, que se envía al smartphone para su visualización. La app crea los entrenamientos personalizados y así se “activan naturalmente las mismas ondas cerebrales para dormir”.
Según URGONight, sirve para dormirse un 40% más rápido y para reducir los despertares nocturnos en un 53%. Para ello, solo hay que entrenar 20 minutos tres veces a la semana haciendo ejercicios como concentrarse en una tarea, liberar la mente y centrarse en respirar antes de dormir, siempre con el casco puesto, por supuesto.
Dicen que no hace ruido, que no tiene efectos secundarios, que no genera hábitos y que los resultados son duraderos.
Con estos entrenamientos se genera un “feedback positivo que te enseña qué procesos cerebrales y actividades mentales funcionan para ti, de forma que puedas irte a la cama con un mejor plan para quedarte dormido”.
Por ejemplo, si el casco detecta que leer antes de dormir te ayuda, te recomendará leer antes de dormir. Sobre el papel, claro.